no digas que no.
Sí puedes cambiar el mundo.
solo precisas
un brazo
una mano
piedras.
estas son las mías
no digas que no.
Sí puedes cambiar el mundo.
solo precisas
un brazo
una mano
piedras.
Si su mirada fuese un arma yo no hablaría sobre esto,
Una sobre carga de pestañas
Imagen repetida del recuerdo
Convertido en carroña que hoy es mar
Por que el cuerpo no nace de la costilla
Si no de la lengua que perfora
-Ciego-
Se nos fue la noche
No me diferencio de los muertos
Un ciego tantea el miedo
Tu y Yo sin rostros -
La sal de mar
impide la putrefacción del cuerpo
Solo y desnudo
Me duermo mirando hacia
21:00
El alma sobre el alma
fatamorgana azul
soplido en desorden
suena la palabra
un vaho, una vuelta,
una curva demorada,
un punto, dos puntos,
la recta en planos
planos curvos
fatamorgana carmesí
de tono realeza
su excelencia
al sol, al tiempo,
el verbo muerto.
Realizad pues,
lo que el verbo real
no pueda.
Lo que la palabra en su confín distante
no alcance.
Lo que en silencio roto en materia
haga mortal.
Que la palabra mortal sea de mortales.
Haced la fatamorgana
haced la realidad
una sola, una sola palabra
una sola paradoja
una sola letra verbo
un cálido vaho en la garganta
en la cuerdas de vida-sonido,
lugar donde se condensa la realidad
absoluta.
Hacedla pues, palabra al fin
momento al fin
acción al fin
haced la letra torcida, la Letragónica
hacedla mortal, para morir
morir con el tiempo y abandonar,
entregad lo que la palabra da
a la palabra.
De una vocal hablad por todas
Del verbo entender nada.
Acción de grafemas
es irreal.
Unión de fonemas
Es irreal.
Monumental realidad.
Ignorada en años, al fin muerta
Retornad la tormenta a los mares,
Volved en vida y en muerte alba
Homicidio.
Re-encontrad la lucha de paradojas
Entended al fin que la palabra por la palabra
es albor.
Reformulad los sentidos en un verborreal
soltad la amarra viva
elevad el cabo
zarpad al oeste
el sol muerto es destino.
No derramar sangre por palabras
haced de las palabras sangre.
Haced la realidad
palabra, verbo.
Pietro Galleani